La Consejería de Industria, Comercio y Empleo de Castilla y León ha puesto en marcha un nuevo programa de subvenciones por un total de 7,5 millones de euros destinado a mejorar la seguridad y la salud laboral en los centros de trabajo de la región. La iniciativa, que se activará la próxima semana con la apertura de la convocatoria, busca reducir riesgos laborales y promover entornos de trabajo más seguros y saludables.

El plan se estructura en cuatro líneas de actuación que abarcan desde la retirada de materiales peligrosos hasta el fomento del bienestar físico y mental de los trabajadores. El objetivo es no solo prevenir accidentes, sino también mejorar la calidad de vida laboral y la productividad de las empresas.
La línea más dotada del programa financiará hasta el 85 % de los costes de retirada de amianto, así como el 50 % de la instalación de nuevas cubiertas libres de este material. Cada beneficiario podrá recibir hasta 30.000 euros, incluyendo la manipulación, transporte y gestión de residuos, siempre a través de empresas inscritas en el RERA.

Otra de las ayudas se centra en modernizar la maquinaria y el equipamiento del centro de trabajo para minimizar riesgos laborales. La financiación cubrirá hasta el 85 % de la inversión, con un máximo de 30.000 euros por beneficiario, incluyendo muebles ergonómicos, pantallas de protección y periféricos que mejoren la seguridad del personal.

Esta línea está destinada a adecuar infraestructuras físicas, desde suelos y rampas hasta iluminación y zonas de descanso. También se contemplan adaptaciones para trabajadores con discapacidad. La ayuda máxima será del 85 % de la inversión, hasta 30.000 euros por centro.

El último bloque se centra en fomentar hábitos saludables y prevenir enfermedades frecuentes en el trabajo, como problemas cardiovasculares o musculoesqueléticos. Se financiarán actividades de fisioterapia, nutrición, psicología y deporte, así como la instalación de desfibriladores DESA y formación para su uso.

Los plazos de solicitud varían según la línea: la retirada de amianto se podrá solicitar del 14 de enero al 13 de febrero, mientras que las otras tres líneas estarán abiertas del 28 de enero al 27 de febrero, hasta agotar los fondos disponibles.

Con esta medida, la Junta de Castilla y León busca reforzar la seguridad laboral, mejorar la productividad empresarial y promover la salud integral de los trabajadores de la región.