El XLIX Congreso Regional de Medicina Intensiva de Castilla y León ha reunido a especialistas de toda la comunidad en un foro centrado en la actualización de conocimientos y la reflexión sobre el presente y futuro del cuidado al paciente crítico. La cita ha subrayado el papel esencial que desempeñan los intensivistas en situaciones de riesgo vital, así como la necesidad de ofrecer una atención médica altamente especializada, personalizada y humanizada.
Los pacientes críticos presentan una complejidad extraordinaria en su manejo, lo que exige una combinación de tecnología avanzada, experiencia clínica y un enfoque terapéutico individualizado. En este contexto, la Medicina Intensiva se sitúa a la vanguardia de la monitorización, la ventilación asistida y el soporte vital, sin descuidar los gestos cotidianos de cuidado que inciden directamente en el bienestar de pacientes y familias.
En los últimos años, los intensivistas de Castilla y León han estado en primera línea en los momentos más exigentes para el sistema sanitario. Desde la pandemia de COVID-19 hasta la atención a los afectados por los incendios forestales del último verano, su papel ha sido clave en la respuesta a emergencias sanitarias de gran impacto.
El Congreso coincide con la celebración del Día Mundial de la Reanimación Cardiopulmonar (RCP), una fecha que pone el foco en la importancia de formar a la ciudadanía en maniobras básicas ante una parada cardiaca. Con esta edición del Congreso, los profesionales de Medicina Intensiva de Castilla y León reafirman su compromiso con una práctica médica que integra ciencia, tecnología y valores humanos, al tiempo que promueven la formación social en reanimación como parte fundamental del cuidado compartido del paciente crítico.