Según documentos revelados por medios británicos, McLaren alega que la no incorporación del piloto supuso pérdidas significativas para la compañía, no solo en términos deportivos, sino también comerciales. La escudería cuantifica el perjuicio en casi 20 millones de dólares, incluyendo ingresos por patrocinio no materializados y costes derivados de haber tenido que contratar a otros pilotos.

Por su parte, la defensa de Palou sostiene que las cifras presentadas están "infladas" y que McLaren ya habría mitigado gran parte de las supuestas pérdidas. Además, acusó al equipo de querer "arruinar económicamente" al piloto por una decisión contractual que, según argumentan, no le correspondía cumplir en los términos exigidos.

El conflicto entre Palou, McLaren y su anterior equipo, Chip Ganassi Racing, se remonta al verano de 2022. Tras firmar con McLaren, Ganassi alegó tener una opción vigente sobre el piloto, lo que derivó en una mediación que modificó el acuerdo inicial: Palou competiría con Ganassi hasta 2023, y se uniría a McLaren en 2024. Sin embargo, el piloto volvió a decantarse por seguir en Ganassi, donde ha cosechado tres campeonatos consecutivos y ha reforzado su estatus como uno de los grandes nombres del automovilismo mundial.

Entre los testigos que comparecerán en el juicio figura Zak Brown, director ejecutivo de McLaren Racing, cuya declaración se considera clave para sustentar la demanda.