La hasta ahora portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Palencia, Sonia Lalanda, ha confirmado que seguirá como concejala no adscrita tras su expulsión del partido y ha anunciado que prepara una demanda contra la formación.

En una comparecencia previa al pleno municipal, en la que ha estado acompañada por Macarena Olona, la edil ha acusado a la dirección de "sectarismo, falta de democracia interna y opacidad financiera", además de denunciar la "deriva radical de extrema derecha" que, a su juicio, ha tomado la organización.

"A mí no se me expulsa por ser corrupta ni por robar, sino por denunciar prácticas internas sectarias y por reclamar democracia, finanzas claras y libertad de expresión", ha afirmado Lalanda, que asegura haberse sentido utilizada por un proyecto político en el que en su día confió. "Me engañaron y me utilizaron para engañar a más gente", ha lamentado.

La concejala ha defendido su continuidad en la política local sin las siglas de Vox porque su marcha habría supuesto "un triunfo" para los actuales dirigentes provinciales y autonómicos del partido, a quienes acusa de llevar tiempo intentando acabar con su carrera.

Recuerda que la legislatura comenzó con más de 500 concejales del partido en España y hoy apenas quedan 300, lo que en su opinión demuestra un "éxodo" motivado por la deriva interna.

Por ello, ha cargado duramente contra la dirección nacional de Vox, a la que acusa de fomentar la crispación y el "guerracivilismo" en lugar de defender la Constitución y la monarquía parlamentaria.

También ha cuestionado decisiones recientes del partido, como el bloqueo de presupuestos en comunidades autónomas, que considera como maniobras "electoralistas y populistas".

Arropada por Olona, a quien ha elogiado como referente por haber denunciado antes que nadie las prácticas internas de Vox, Lalanda descarta por ahora la creación de una nueva sigla política. "Lo urgente es quitar a Sánchez, pero lo importante es pensar en lo que pase al día siguiente. España necesita un gobierno fuerte y responsable, que deje atrás la confrontación y que ilusione a la sociedad", asegura.

Lalanda ha valorado también como "inédito" el gesto de la alcaldesa, Miriam Andrés, de mantenerla en la Junta de Gobierno Local pese a su nueva condición de no adscrita, lo que interpreta como una muestra de que, pese a las diferencias ideológicas, se pueden compartir objetivos de gestión.

En ese sentido, se ha mostrado dispuesta a negociar y pactar en beneficio de la ciudad, incluso respaldando los presupuestos municipales si considera que son positivos para Palencia.

Con el paso de Lalanda al grupo de no adscritos, el pleno municipal queda con un único concejal de Vox, Emilio Polo, aunque también expedientado por el partido y pendiente de suspensión de militancia.