La Asociación Hispania Nostra ha incluido en su Lista Roja del Patrimonio el conjunto de viviendas del personal fijo de la antigua azucarera de Monzón de Campos debido al estado de deterioro que presenta este enclave del patrimonio industrial, abandonado tras el cierre de la fábrica en 2003 y que, a juicio de la organización, corre un riesgo "grave" de desaparición.

El complejo fue concebido en los años 40 del siglo XX como parte del modelo de urbanismo industrial paternalista, impulsado por empresas que ofrecían no solo empleo, sino también vivienda y servicios básicos a sus trabajadores.

En total, se construyeron 74 viviendas distribuidas en varias tipologías según la jerarquía laboral: seis bloques para obreros fijos, tres bloques de casas adosadas para cargos intermedios, dos viviendas dúplex con huerto para altos cargos y una vivienda individual para el director, rodeada por un muro perimetral.

Además de las viviendas, el conjunto integró instalaciones complementarias como capilla, escuela, economato, talleres, almacenes y zonas verdes, lo que permitió la creación de un auténtico "poblado industrial autónomo".

Este modelo urbano y social ha representado, según Hispania Nostra, "un ejemplo valioso de arquitectura obrera" y "una parte fundamental de la historia del trabajo" y de la transformación económica del medio rural en la España del siglo XX.

Desde el cierre de la actividad industrial, el conjunto ha quedado en desuso y sin mantenimiento, lo que ha provocado un deterioro progresivo en cubiertas, fachadas y estructuras, afectadas por el paso del tiempo, las inclemencias meteorológicas y actos vandálicos. Por ello, Hispania Nostra alerta de que el abandono amenaza con provocar "la pérdida total de un testimonio único del pasado fabril palentino".

Con esta inclusión en la Lista Roja, la asociación pretende llamar la atención de instituciones, administraciones y ciudadanía sobre "la necesidad urgente" de intervenir para conservar y rehabilitar este conjunto. Al mismo tiempo, reivindica su potencial como espacio para "la memoria colectiva", "el turismo industrial" o incluso "nuevos usos culturales o comunitarios".

Monzón de Campos ha sido uno de los núcleos más relevantes en la historia azucarera de Castilla y León, una actividad que ha modelado el paisaje, la economía y la vida social de muchas localidades de la región. La conservación de sus restos industriales ha pasado a convertirse en una cuestión clave para el desarrollo cultural y sostenible del territorio.