
El grupo de percusión Pez – q y la ONG el Teléfono de la Esperanza han organziado un ciclo de conciertos solidarios con el nombre 'La llamada de la música', con el que pretenden recaudar fondos y dar a conocer la versatilidad de las percusiones.
Se ofrecerán tres conciertos a lo largo del año en diferentes puntos de la provincia. El primer Concierto Solidario tendrá lugar el próximo 29 de Enero, a las 20 de la tarde en el Teatro Principal de la capital.
En esta ocasión el concierto correrá a cargo del Ensemble de Percusión del Conservatorio de Getafe (Madrid), dirigido por Eugenio Uñón. Con el título de 'Latidos de una tierra', el Ensemble de Getafe está formado por 15 intérpretes, una bailaora flamenca y con la luz como un foco más del espectáculo. La entrada tiene un precio simbólico de dos euros, y su recaudación será íntegra para El Teléfono de la Esperanza.
El próximo concierto será en el mes de abril, donde el grupo de percusión Pez – q presentará su nuevo espectáculo 'El mapa del Castillo'.
LATIDOS DE UNA TIERRA
Un silencio de campanas y el silencio se trasforma en música; desaparece el tiempo…pasado, presente y futuro se hacen uno. La naturaleza comienza a hablar a través de los sonidos, los ritmos y las melodías que produce la percusión. Melodías que se tornan en poesía, en un canto a la vida… 'Latidos de la tierra' es un espectáculo que nos trasporta a un mundo de sonidos, de sensaciones, de atmósfera. Todo esto de la mano de la percusión y de sus infinitas posibilidades melódicas o armónicas, y con un gran componente visual, que en ocasiones se torna en protagonista. La palabra y la danza se unen a la música en este viaje de ritmos y melodías. Se combinan obras originales para ensemble de percusión, con arreglos y obras compuestas por el propio grupo, que se han ido creando y adaptando para las posibilidades de los integrantes, intentando llegar a una sonoridad propia.
Sobre el escenario un gran número de instrumentos: marimbas, vibráfonos, xilo, bombos, tambores, jembés, batería, bajo, teclado, voz…y a los manos quince percusionistas, un bajista, un teclista, una cantante y una bailarina, entre 14 y 25 años, todos ellos alumnos del Conservatorio Profesional de música de Getafe, que de una manera sincera y entusiasta buscan una sol finalidad, disfrutar y hacer disfrutar, intentando que durante una hora y cuarto el espectador sea un poquito más feliz.