El Atlético de Madrid despidió el año 2025 con una convincente victoria a domicilio ante el Girona (0-3) en el Estadio de Montilivi, un triunfo que le permite dejar atrás las dudas como visitante en LaLiga EA Sports y seguir firme en la pelea por los puestos altos de la clasificación.

El conjunto dirigido por Diego Pablo Simeone cumplió con la necesidad de sumar para no perder comba con la cabeza y afianzar la cuarta plaza, apoyado en los goles de Koke Resurrección y Conor Gallagher, una intervención decisiva de Jan Oblak y el tanto final de Antoine Griezmann en el tiempo añadido. Los rojiblancos encadenan así su cuarta victoria consecutiva.

El Girona llegaba al encuentro tras lograr su primer triunfo como visitante del curso, ante la Real Sociedad, y buscaba cerrar el año fuera de los puestos de descenso. Sin embargo, volvió a caer derrotado en el partido número 200 de Míchel Sánchez al frente del equipo y prolongó su racha a 16 jornadas consecutivas en la zona roja.

El equipo local arrancó con ambición y dominó los primeros compases, moviendo el balón con paciencia y acumulando posesión en campo rival, mientras el Atlético aguardaba su oportunidad al contragolpe. El primer aviso, no obstante, fue rojiblanco, con un disparo de Pablo Barrios tras un error de Arnau Martínez.

En el minuto 13 llegó el 0-1, una auténtica obra de arte de Koke, que cazó un rechace en la frontal y, de primeras, envió el balón a la escuadra, imparable para Paulo Gazzaniga. El tanto cambió el guion del partido, aunque Oblak tuvo que aparecer poco después con una parada espectacular a un remate a bocajarro del exatlético Axel Witsel.

El Atlético amplió su ventaja en el minuto 38, cuando Conor Gallagher, que había ingresado tras la lesión de Nico González, sorprendió con un disparo lejano que, tras rebotar en Vitor Reis, acabó en el fondo de la red. El tanto dejó muy tocado a un Girona que había sido superior en juego, pero no en eficacia.

Tras el descanso, Míchel intentó agitar el partido con la entrada de Yáser Asprilla, el fichaje más caro del club, y posteriormente con Hugo Rincón y Bryan Gil, pero el Atlético controló el ritmo con comodidad. Oblak volvió a mostrarse decisivo para frenar un mano a mano de Àlex Moreno, mientras los rojiblancos tuvieron opciones claras para ampliar la renta.

El golpe definitivo llegó en el minuto 92, cuando Griezmann culminó un uno contra uno para firmar el 0-3, desatando los pitos de la afición local. El Girona cerró así un año negro, con 20 derrotas en 37 jornadas, pasando de disputar la Liga de Campeones a convertirse en un serio candidato al descenso.