Santos Cerdán, hasta hace apenas unos meses figura destacada en la estructura del PSOE y mano derecha en la maquinaria interna del partido, se enfrenta este lunes a un momento determinante en su carrera política y personal. A las 10:00 horas, está citado en el Tribunal Supremo como investigado por su supuesta participación en la red de adjudicaciones públicas irregulares que salpica al exministro José Luis Ábalos y a su exasesor Koldo García.

La cita llega en medio de una tormenta mediática sin precedentes, tras la publicación del informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y la filtración de audios que comprometen al llamado 'triángulo Ábalos-Koldo-Cerdán'. El magistrado instructor, Leopoldo Puente, ha denegado la inédita petición del político navarro de retransmitir su comparecencia en directo, amparándose en el principio de confidencialidad del proceso penal.

El foco de las pesquisas gira en torno a la empresa Servinabar, adjudicataria de contratos públicos por más de 75 millones de euros. Un documento privado hallado en el domicilio de uno de sus socios, Antxon Alonso, demostraría que Cerdán adquirió en 2016 el 45% de la firma por solo 6.000 euros. La compañía niega que haya vínculo alguno, pero las pruebas firmadas con sello de la empresa están ya en manos del Supremo.

La investigación apunta a que Cerdán podría haber gestionado comisiones de hasta 620.000 euros, presuntamente destinadas a repartir entre la red liderada por Ábalos. Además, la Guardia Civil ha accedido a su correo corporativo y rastrea su patrimonio, tras detectar comunicaciones directas con Koldo García en torno a adjudicaciones sensibles.

Mientras tanto, el escándalo se ramifica hacia otros altos cargos y exdirectivos como Isabel Pardo de Vera (Adif) y Javier Herrero (Carreteras), en una investigación paralela que salpica al Ministerio de Transportes por facilitar supuestamente información clave para beneficiar a la trama.

Con el país atento y el PSOE en plena contención de daños, la declaración de Santos Cerdán será determinante para esclarecer el alcance real de esta red de corrupción y definir el futuro judicial de uno de los hombres que hasta hace poco ostentaba las llaves del poder orgánico socialista.