Veinticinco años dan para mucho. Para crecer, transformarse y consolidarse. Para sembrar ideas y cosechar resultados. Y eso es precisamente lo que ha hecho ITAGRA, el centro tecnológico agrario y agroalimentario de Palencia, desde que echó a andar en 1999.
Este miércoles lo celebró por todo lo alto con una gala en el Centro Cultural Provincial, arropado por quienes han acompañado su evolución desde el primer día: instituciones, empresas del sector, investigadores y, sobre todo, personas ligadas al campo palentino.
La velada, conducida por la periodista Raquel Martínez, tuvo música, emoción y reconocimientos. También sirvió para repasar una historia que comenzó ligada al campus universitario y que ha terminado posicionando a Palencia en el mapa nacional de la innovación agraria.
A lo largo de este cuarto de siglo, ITAGRA ha logrado profesionalizar sus servicios, atraer talento, consolidar un equipo técnico multidisciplinar y acompañar a decenas de empresas en su modernización.
Durante el acto, se entregaron distinciones a entidades que han formado parte del recorrido de un centro que hoy cuenta con una plantilla estable, una facturación sólida y una agenda cargada de proyectos.
El director de ITAGRA, Asier Saiz, tomó la palabra para agradecer el respaldo institucional y trazar las líneas de futuro. Entre ellas, una de las más destacadas: el traslado del centro al nuevo edificio que se construirá en Magaz de Pisuerga, un paso que permitirá ampliar espacio, capacidades y presencia territorial.
Con actuaciones musicales a cargo de 'Patas de Peces' y un ambiente cercano, el aniversario se convirtió también en un reconocimiento al esfuerzo de quienes han trabajado en la sombra. Técnicos de campo, investigadores, alumnos en prácticas, empresas del sector primario… Todos han hecho posible que ITAGRA no solo cumpla años, sino que los cumpla con sentido.
Lejos de conformarse, el centro ya piensa en los próximos retos. Digitalización, sostenibilidad, formación, transferencia de conocimiento… Son muchas las semillas por plantar, pero ITAGRA ha demostrado que, desde Palencia, también se puede innovar en el corazón del campo.