El Espanyol regresó a Primera División tras vencer este domingo al Oviedo (2-0) con un doblete de Javier Puado en tres minutos antes del descanso en el Stage Front Stadium, un resultado que hizo inservible el 1-0 que el conjunto asturiano había logrado en la ida de la final de la promoción de ascenso.

A pesar de que el equipo dirigido por Luis Carrión resistió y puso en aprietos al cuadro local durante la primera mitad, las dos dianas consecutivas de Puado rompieron su esquema y su esfuerzo. Los periquitos regresan a Primera un año después.

El inicio del encuentro fue un típico tanteo inicial. El Espanyol tenía la iniciativa, movía el balón en defensa y buscaba espacios, diagonales y algún pase largo contra un Oviedo bien organizado defensivamente. Las amenazas del equipo local eran pocas y sin mucho peligro, como un disparo de Braithwaite que chocó en Dani Calvo.

Los asturianos, con la ventaja de la ida, no tomaban riesgos en ataque. Los de Luis Carrión se dedicaban a contener a sus rivales, que poco a poco se acercaban con más peligro. Dubasin frustró una ocasión clara de Pere Milla y los saques de esquina en el área visitante eran cada vez más frecuentes.

El Oviedo esperaba, hacía el partido trabado y salía al contraataque. Alemao, en una de esas acciones, forzó una tarjeta amarilla para Cabrera, que detuvo su avance. A partir del minuto 20, el claro dominio del balón del Espanyol disminuyó y los ovetenses se acercaban más a la portería de Joan García.

El equipo de Manolo González insistía. Avisaron con un remate forzado de Nico Melamed desde la frontal, pero fue Puado, en el minuto 44 y cuando parecía que la primera parte terminaría sin goles, quien abrió el marcador y levantó al Stage Front Stadium al conectar un saque de esquina tras liberarse de su marcador.

El Espanyol había noqueado al Oviedo y aprovechó el momento para aumentar su ventaja antes del descanso. Puado, nuevamente, superó a Seoane y puso el 2-0 en el marcador. Los 'periquitos', en tres minutos, desmantelaron la defensa rival y pusieron un pie en Primera División.

En la reanudación, los visitantes salieron con todo, generando ocasiones para Viti y Borja Sánchez. El equipo carbayón estaba obligado a marcar y presionaba a cuadro catalán, aunque sin mucha precisión en sus ataques. El equipo local había reducido su ritmo ofensivo.

La urgencia del Oviedo creó un partido más abierto y el Espanyol se sentía cómodo esperando su oportunidad para ampliar la ventaja. Luis Carrión optó por Cazorla y Masca en el minuto 63 para intentar romper el control espanyolista. El doble cambio devolvió la iniciativa a los asturianos, que estaban a un gol de la prórroga.

La experiencia y la visión de Cazorla rediseñaron el ataque de su equipo, que inquietó a Joan García con más criterio y peligrosidad. Sin embargo, no fue suficiente para romper el 2-0 ni para evitar que el anfitrión siguiera presionando mientras el reloj avanzaba.

En el minuto 77, Borja Bastón reclamó un penalti por un agarrón de Brian Oliván, pero el árbitro no le dio la razón. El Oviedo se volcó en ataque y Manolo González enfrió el partido con un triple cambio. El ímpetu asturiano duró hasta el tiempo añadido, con un remate de Bastón que paralizó el estadio.

A pesar de todo, el portero Joan García y el cronómetro se aliaron para que las gradas pudieran celebrar, un año después, el ansiado ascenso a Primera del RCD Espanyol.  El Oviedo, pese a su meritoria temporada, deberá esperar su oportunidad para regresar a la máxima categoría.