Ilusionados por la política

Ilusionados por la política

Por Félix de la Fuente

Porque me preocupan las personas, defiendo una integración política de Europa


Según varios medios informativos, el Gobierno de España es el único que se ha negado a introducir la reforma de la ley electoral europea que se aprobó en 2018 con el objetivo de que todos los países fijasen un umbral mínimo de entre el 2 y el 5 % de los votos emitidos para obtener representación en el Parlamento Europeo. Este porcentaje se aplica a los países que tienen más de 35 europarlamentarios, como es el caso de España.

Claro, la aplicación de esta norma habría dejado fuera del Parlamento Europeo a algunos socios del gobierno español, entre ellos al PNV. Esto demuestra hasta dónde llega o, mejor dicho, no llega el europeísmo de algunos jefes de gobierno que hacen gala de pasearse por Bruselas, con aspiraciones a altos cargos en las instituciones.  Si ya se pone en duda el europeísmo de algunos partidos socialistas, en Sánchez el europeísmo está descartado, pues sería capaz de sacar a España de la UE con tal de mantenerse en el poder.

De hecho, en muchos aspectos estamos fuera de Europa: directivas que no se aplican porque el Derecho español no se ha adaptado a ellas (es decir, no han sido transpuestas, terminus horribilis) y otras que, aunque hayan sido transpuestas, no se aplican. Y, para colmo, el Tribunal constitucional español, que quiere colocarse por encima del Tribunal de Justicia de la UE, lo que significaría aplicar en España el Derecho de la UE como al gobierno España le apeteciera, es decir hacer de la UE un monigote.

Un Europa en la que se pueda vivir del trabajo

Cuando hablamos de una Unión Política Europea, no estamos diciendo que queremos que Europa se convierta en una superpotencia para hacer frente a China o a Rusia o para liberarse de los Estados Unidos, No se trata de hacer "una Europa grande", ni siquiera que se trate de elevar el nivel de vida de los europeos. Cuando hablamos de una unión política de Europa, estamos hablando de algo mucho más serio y mucho más grave: una Europa donde se respeten los derechos  humanos y los derechos constitucionales, una Europa donde se  pueda vivir del trabajo, una Europa que pueda controlar a los aprendices nacionales de sátrapas, para que las ayudas sociales del Estado y de la UE lleguen realmente a los necesitados y no se queden en el camino, una Europa que controle  para que los préstamos a las empresas no vayan a parar a las manos de los amigotes de los políticos.

No puede haber paz en un ambiente de insolidaridad y de injusticia  

De nada nos sirve que seamos el país cuyo producto interior bruto haya sido el mayor de toda la UE el año pasado, si tenemos un 25 % de la población con riesgo de pobreza. ¿A dónde ha ido a parar ese aumento de la riqueza? Doce millones de españoles cuyos ingresos no llegan o apenas llegan a fin de mes, españoles que están trabajando, pero cuyo sueldo, por mucho que se eleve el sueldo mínimo, no es suficiente para vivir.  Esa es la moderna esclavitud que la UE debe controlar.

Una persona que con su trabajo no tiene suficiente para vivir es una persona explotada. Yo no sé quién es el explotador, pero está clarísimo quiénes son los explotados. Han pasado casi dos siglos desde que Carlos Marx denunciara la "explotación del hombre por el hombre" y a pesar de nuestros alardes de democracia y de tantos gobiernos socialistas como hemos tenido, la pobreza no ha desaparecido de nuestra sociedad y, en los últimos años, incluso sigue creciendo.

No me ha sorprendido el hecho de que España incumpla con las normas de la UE, pues esto ya es habitual, lo que me sorprende es que la Comisión Europea dé tanta importancia a este hecho y se olvide de controlar otras realidades mucho más importantes: por ejemplo, en qué se emplean los muchos millones de los fondos europeos y, sobre todo, cómo es que vamos a la cabeza en el paro, muy a la cabeza en el paro juvenil y con un índice muy elevado de riesgo de pobreza.

Trabajar y no poder vivir dignamente con el trabajo es una situación de guerra.

En España el "hombre sigue siendo explotado por el hombre", y ante este hecho la UE no puede callar.

Está bien que nos manifestemos contra la Guerra en Ucrania y en Gaza, pero ¿cuándo nos vamos a manifestar contra la injustica y la pobreza en España?